Los Cheroquis

Los cheroquis, una de las Cinco Tribus Civilizadas, son un pueblo indígena originario del sureste de Estados Unidos, en regiones como Carolina del Norte, Tennessee, Georgia y Alabama. Posteriormente, la mayoría fueron forzados a trasladarse al territorio que hoy es Oklahoma. Actualmente, son la tribu más numerosa de Estados Unidos, con 819,000 individuos, aunque solo 284,000 son de sangre pura.

Se debate si los cheroquis, hablantes de una lengua iroquesa, emigraron desde los Grandes Lagos en tiempos prehistóricos o si habitaron el sureste desde hace miles de años. Durante el período de la Cultura del Misisipi (800-1500 d.C.), adoptaron la agricultura intensiva del maíz, lo que permitió el surgimiento de cacicazgos complejos y ceremonias como la del Maíz Verde. A nivel arqueológico, su precontacto se relaciona con la fase Pisgah del sur de los Apalaches (1000-1500 d.C.), aunque antes ya habían desarrollado tecnologías y rituales avanzados. Su idioma es una lengua iroquesa polisintética que utiliza un silabario creado por Sequoyah. Este silabario ha ganado auge gracias a su incorporación en Unicode, permitiendo su uso en plataformas digitales como Wikipedia en cheroqui.

Desde finales del siglo XVIII, los cheroquis enfrentaron constantes despojos territoriales. Durante el siglo XIX, muchos fueron obligados a abandonar sus tierras en Carolina del Norte y Arkansas para trasladarse al Territorio Indio (actual Oklahoma), lo que generó divisiones internas y conflictos como la Guerra Civil cheroqui. Tras la incorporación de Oklahoma como estado en 1907, su soberanía fue severamente limitada. Sin embargo, desde 1938 han reconstruido su gobierno y elegido líderes destacados, como Wilma Mankiller, la primera mujer jefa de la Nación Cheroqui.

El arte y la cultura cheroqui se preservan en instituciones como el Museo del Indio Cherokee y la cooperativa Qualla Arts and Crafts en Carolina del Norte. En Oklahoma, el Centro del Patrimonio Cherokee ofrece reconstrucciones de aldeas históricas y apoyo a la genealogía. Además, iniciativas educativas como el Instituto Oconaluftee promueven las artes tradicionales y contemporáneas de la tribu. Hoy, las principales tribus reconocidas por el gobierno federal son la Nación Cherokee, la Banda Unida Keetoowah y la Banda Oriental de los Cherokee, que trabajan activamente para preservar su identidad y patrimonio cultural.

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Los Galos

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Los galos habitaron Francia, Bélgica, el oeste de Suiza, y partes de los Países Bajos y Alemania hasta el río Rin. Los romanos dividieron su territorio, Galia , que en Galia Cisalpina (al sur de los Alpes) y Galia Transalpina (al norte de los Alpes). Esta última se subdividía en Gallia Belgica, Gallia Comata, Gallia Aquitania y Gallia Liguria.



Julio César, entre el 58 y el 51 a.C., se dirigió contra las tribus celtas de la Galia Transalpina. Relató sus experiencias en De Bello Gallico describiendo a los galos como personas inteligentes, activas, impulsivas e inestables. Al acudir a la Galia Comata para auxiliar al pueblo heduo, se encontró con que los helvecios, ubicados en la actual Suiza, buscaban atravesar sus tierras hacia el norte de la Aquitania para evitar conflictos con los germanos, lo que fue malinterpretado como una invasión. Los heduos, en constante disputa con los celtas de la Galia Bélgica, pidieron nuevamente el apoyo de César, lo que le dio la excusa perfecta para asentarse en la región. Así, bajo el pretexto de pacificarla, llevó a cabo múltiples campañas contra varias tribus galas, incluida una batalla naval contra los vénetos en el 56 a.C. durante su expedición hacia Britania (Gran Bretaña). En el 55 a.C., al enfrentarse a pueblos celtas cerca del Rin, a quienes confundió con germanos, construyó un puente sobre el río y los atacó, eliminando la amenaza de invasión. Esto culminó en dos campañas exitosas contra Ariovisto, un jefe “germano” cuyo ejército, aunque más numeroso, fue derrotado por los romanos cerca de Ostheim (Alsacia, Francia).


En cuanto a la lengua, los galos hablaban distintos dialectos de una lengua céltica indoeuropea ahora extinta. En la región de Aquitania se hablaban probablemente lenguas relacionadas con el euskera, siendo esta zona más amplia que la actual Aquitania. Las lenguas que hoy se consideran “celtas” no provienen directamente de la lengua gala, ya que el idioma bretón, por ejemplo, fue introducido por migrantes de Gran Bretaña durante los primeros siglos de la era cristiana. La escritura de los galos es poco conocida, probablemente debido a tabúes religiosos que les impedían escribir, aunque adoptaron los alfabetos griego y latino tras su contacto con estos pueblos.


El simbolismo del gallo como emblema de Francia proviene de un juego de palabras entre gallus (galo) y gallus (gallo), confusión que se popularizó en el Renacimiento. Desde el siglo XV, el término francés gaulois se ha utilizado como sinónimo de celta o galo.


Los Iroqueses

 Los iroqueses, o haudenosaunee,"gente de la casa larga", son una histórica confederación de nativos del noreste de América, conocida en los años coloniales como la Liga Iroquesa y más tarde como la Confederación Iroquesa. Originalmente, incluía a las Cinco Naciones: mohawks, onondagas, oneidas, cayugas y senecas. En 1722, se unieron los tuscaroras, formando las Seis Naciones. Esta confederación no solo consolidó su poder en la región, sino que absorbió a otros pueblos a lo largo del tiempo, ya sea por conquistas, adopciones de cautivos o brindando refugio a comunidades desplazadas. Aunque otros pueblos como los wyandots, eries y susquehannocks hablaban lenguas similares y compartían raíces culturales, mantenían una relación de enemistad con las naciones de la Liga.

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Su sociedad se distinguía por su organización matrilineal, donde las mujeres eran fundamentales en la transmisión de la herencia y la identidad del clan. Los hijos tomaban el nombre del clan de la madre, y las decisiones clave, como la elección de los jefes, recaían en las mujeres, especialmente en aquellas de mayor sabiduría. Esta estructura social se reflejaba en sus hogares comunales, construidos con madera y con capacidad para albergar a entre cinco y veinticinco familias, con compartimentos y fogatas compartidas. Estos espacios eran cálidos y eficaces para protegerse de las inclemencias del tiempo, aunque con el tiempo fueron sustituidos por viviendas unifamiliares.

La economía de los iroqueses se basaba principalmente en la agricultura, cultivando maíz, fríjoles y calabazas, conocidas como las "tres hermanas", elementos sagrados en su cultura. También producían frutos secos, girasol y tabaco, mientras que los tuscaroras destacaban como cazadores y recolectores de cáñamo. La guerra era un elemento central en la vida iroquesa, ya que otorgaba prestigio a los hombres. Los cautivos de guerra eran asimilados como esclavos o adoptados, un aspecto que cobró relevancia en el siglo XVII cuando las pérdidas humanas por conflictos y enfermedades incrementaron la necesidad de nuevos miembros en las comunidades.

Finalmente, participaron simbólicamente en las guerras mundiales, declarando la guerra a Alemania en 1917 y nuevamente en 1942. Esta combinación de tradición, resistencia cultural y participación en eventos internacionales resalta la singularidad de los iroqueses en el tejido histórico y cultural de América del Norte.

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